miércoles, 1 de octubre de 2008

Mad City


Ya lo adelantábamos hace dos meses. Bajo la piel de las ciudades circula puro cine. El verano produjo un parón en "Lejos de Kansas". Fue un período abundante en tornados y nuestra casa sobrevoló medio mundo. La buena noticia es que hemos vuelto con las retinas cargadas de imágenes. Si la Ciudad Esmeralda les parece fascinante, esperen a leer lo que nos deparó nuestro viaje...


Bienvenidos al espacio de las calles abigarradas, pero también de las amplias avenidas y de un redefinido skyline que cuenta con los rascacielos más altos del viejo continente. Los nuevos directores que irrumpieron en la década de los noventa reportaron oleadas de espectadores a las taquillas. Enseguida se hicieron dueños de los iconos de la ciudad y los situaron con acierto en el clímax de sus ficciones. ¿Recuerdan al anticristo encaramado a la Puerta de Europa? ¿Y a Eduardo Noriega en plena paranoia amorosa en la azotea de Torre Picasso?


Si todavía no les parece demasiado variopinto, pásense por la Plaza de España. En uno de sus áticos les alojará el vampírico Will More. No se extrañen si se filma a sí mismo en pleno "Arrebato" mientras Marta Fernández Muro se fuma un porro. Estamos en La Movida. Las calles del barrio de Malasaña rebosan sustancias.


Almodóvar filma sus primeros Súper 8. Dicen que se convertirá en el director que más y mejor retrate esta ciudad de locura. La Plaza del Alamillo aguarda el sonido de unos "Tacones Lejanos". La que se acerca es Marisa Paredes. Entretanto, señalan a Eloy de la Iglesia como un director curtido en personajes al límite y en los límites de la urbe.


"Surcos" inaugura el Neorrealismo en España. Hemos retrocedido a los años más duros de la represión franquista. Los personajes practican el estraperlo como única salvaguarda. La ciudad es más gris que nunca. Pero no se dejen engañar. Todavía quedan dos perlas por descubrir: "Cielo Negro" y su interminable travelling más allá del Viaducto, y "La Torre De Los Siete Jorobados", con una recreación alucinada de Madrid en el subsuelo. Es cine de culto por derecho propio. No hay nada como salir de casa.

sábado, 2 de agosto de 2008

Brad Davis

Hablan de Mickey hortera Rourke, de Robert De Niro, de Al Pacino, pero nadie se acuerda de Brad Davis...


Estaba predestinado a ser una estrella fugaz. Como James Dean.
Tuvo la mala fortuna de protagonizar una película xenófoba en la era Reagan. Efectista y casi musical. "El expreso de medianoche".

Fue un éxito. Oscar de la academia a la mejor banda sonora. Giorgio Moroder fue el antecesor de la música dance aplicada al cine. "La historia interminable". Alan Parker sabe hacer musicales espléndidos pero, cuando dirige dramas, se le van de las manos. Oliver Stone es su guionista, y ya sabemos cómo se las gasta. Pólemica y dólares. Si le quitamos esa significación a los años 80, y a esta película, tenemos una gran interpretación.


Brad Davis se murió antes de que Paul Newman fuera reconocido como el actorazo que es. Pero ahí quedan Billy Hayes y Querelle De Brest.

Prisión, monasterio, claustro, cueva...

viernes, 25 de julio de 2008

En La Ciudad De La Furia

Que Nueva York tiene potencial cinemático ya lo sabíamos. Martin Scorsese, Woody Allen y John Cassavetes se empeñaron en demostrarlo a golpe de claqueta. Pero a la ciudad más reconocible del mundo le han salido duras competidoras. Desde el Río Grande hasta la Tierra del Fuego las megalópolis palpitan. Mirar a sus gentes es como reflejarse en el espejo.

México DF, La Habana, Medellín o Buenos Aires son los inmensos decorados por donde transitan personajes de toda índole. Sus vidas se entrecruzan a base de colisiones fortuitas. La fragmentación argumental cobra sentido.

Por la noche los amantes hacen cola para acostarse en un motel. Prefieren no hablar de política. La exuberancia de sus cuerpos contrasta con el blanco y negro que les fotografía. Es hora de tomar una decisión. Patria o muerte.

La ciudad se vuelve irreconocible tras una larga ausencia. El protagonista no se resigna y visita la casa donde transcurrió su infancia. Pero la fachada se baña con la sangre de un joven sicario. Poco antes sonaba un pasodoble paradójico: "Francisco Alegre".


"Happy Together" explora un Buenos Aires superpoblado en el que se abandonan dos extranjeros.

El malestar urbano es responsabilidad de los arquitectos e Internet un arma para combatirlo. La ciudad se rebela.

viernes, 18 de julio de 2008

Let Me Kiss You


Cuando de pequeño iba al cutre videoclub de mi barrio había una película que me intrigaba: "El beso de la mujer araña". Pensaba en aquella época que era una película de superhéroes. Si SuperGirl fue un fiasco, esta no debería ser menos. Luego supe que era un melodrama. Horror. A los ocho años quieres otras películas.
Un antifascista y un homosexual encerrados en una celda de Iberoamérica. El teatro se frotaba las manos, los actores peleaban por una sesión de más, y los Óscar miraban para otro lado. Era el momento de Reagan. Y los malos actores son malos anfitriones.

A pesar de todo, este beso argentino trasmutó a brasileño, y se obró el milagro. Sonia Braga era joven y podía parecer francesa. Raul Julia estaba vivo. Y William Hurt dolía en sus interpretaciones.

He tardado mucho en descubrir esta obra maestra. Mi videoclub cerró sus puertas hace tiempo.

Si un actor me preguntase por un monólogo le diría sin dudar que ya está todo hecho.

Lo latino está de moda. Pero antes de Eva Longoria, Jennifer López y Antonio Banderas, un tal Raul Julia actuaba en Hollywood.

Que viva Puerto Rico.

miércoles, 25 de junio de 2008

Thank God!


Y como no hay una de cal sin una de arena, ahora toca hablar de “Dos en la Carretera”. Un tal Frederic Raphael accedió a escribir el libreto de esta obra suprema.
Audrey Hepburn nunca estuvo tan delgada. Los kilos que le faltan los suple con toneladas de fragilidad. Albert Finney no llega a gentleman ni falta que nos hace. Y Henry Mancini nos sobrecoge con la banda sonora más desgarrada de la década de los sesenta.
Los saltos en el tiempo, la insoportable Ruthie, Jacqueline Bisset, y ese “¿Por qué deberían estar felices? Acaban de casarse.” La radiografía íntima y definitiva de las relaciones humanas.

La Playa


Dos turistas bobos, franceses para más inri, se topan con DiCaprio. Se aburren, las hormonas les llaman, y hay un mapa en juego. La New Age conquista Hawai. ¿Que el protagonista debería haber sido Ewan McGregor? ¿Que Hollywood resta talento y engorda gaznates? ¿Que Danny Boyle no levanta cabeza desde "Trainspotting"?


En Lejos de Kansas nos gusta lo hortera. Y "La playa" es la playa, amigos. Más en verano.


Música Techno, videojuegos mezclados con celuloide, Moby en su mejor canción, y Tilda Swinton. ¿Se puede pedir más para una tarde de domingo? DiCaprio sigue siendo una hamburguesa. Jugoso por fuera y venenoso por dentro. Su hipocresía es conocida por todos. Aboga por el cuidado al medio ambiente pero a la mínima se sube a su jet privado.


¿Y qué hace el más que solvente Robert Carlyle en este embrollo? Ay, señora. La amistad lo puede todo. Como la suya con Danny Boyle. Y las All Saints están en medio para demostrarlo con una de sus canciones más empalagosas.

jueves, 19 de junio de 2008

Time Is Running Out


Fumar acorta la vida. Metro de Madrid vuela. No es lo que tengo, es lo que soy. Parafraseando a María Teresa Campos, vaya terminando amiga.

martes, 20 de mayo de 2008

Pasión


La referencia cinéfila ya estaba presente en el Pop Art. Las serigrafías que Warhol le dedicó a Marilyn Monroe dan fe de ello.


Pedro Almodóvar conoció al artista estadounidense en plena efervescencia de La Movida. Poco ha trascendido de aquel encuentro pero la influencia de Warhol puede rastrearse en los fotogramas de “Tacones Lejanos”. Marisa Paredes aparece retratada en un cuadro como la Monroe. Su Becky del Páramo no merecía menos.


Antes de los créditos finales de “Todo sobre mi madre”, esa oda a las mujeres que actúan y a las actrices que ante todo son mujeres, Almodóvar homenajea a cara descubierta a Bette Davis, Romy Schneider y Gena Rowlands.
Truffaut amaba al cine más que a la vida. Almodóvar no llega a tanto. Sus películas destilan la pasión de un director que se nutre de sus propias experiencias vitales.


Por “La mala educación” desfila una galería de personajes masculinos que podría ser el reverso oscuro de aquellas “Mujeres al borde de un ataque de nervios”. Nada es gratuito. Almodóvar tardó diez años en convertir un relato adolescente en el guión de acero que hoy leemos. Ni siquiera el desfasado Javier Cámara chirría en el drama que atormenta a los sólidos personajes.


Concisos saltos en el tiempo nos trasladan a un colegio donde las sotanas han perdido cualquier atisbo de celibato. El amor entre dos impúberes planta cara a la religiosidad enfermiza pero la película no admite concesiones. Están condenados. Tan sólo el recuerdo de Sara Montiel, "Desayuno con diamantes" o el estribillo de Cuore Matto son capaces de dulcificar el camino a la madurez.


Almodóvar realiza una nueva pirueta. Estamos en los años setenta. La sociedad valora más la libertad de un transexual drogadicto que la hipocresía de un cura caduco. Gael García Bernal borda su transformación en Zahara. Otro hallazgo: El atractivo masculino puede mutar en picardía femenina.


Los años ochenta son coloreados con pequeñas pinceladas. Atuendos del SEPU conviven con crestas y rockabillies. El cine underground pasa por sus horas grandes. De nuevo Warhol.


Y antes de concluir, Almodóvar homenajea a “Double Indemnity”. Barbara Stanwyck y Fred MacMurray en el supermercado son sustituidos por Gael García Bernal y Lluis Homar en el museo de gigantes y cabezudos. Ambas parejas planean un crimen.


Bienvenidos al Film Noir en clave almodovariana. La palabra PASIÓN precede a los títulos de crédito. Lo mismo da que sea por el cine o por la vida.

martes, 6 de mayo de 2008

Poema Apocalíptico


“Psicosis” permanece en la retina por su aplastante modernidad. La manoseada escena del asesinato en la ducha palidece si se compara con la obscena ocultación del cuerpo de la víctima.
“Marnie” es el último suspiro. Los estudios Universal querían explotar la fórmula de las películas clásicas de Hitchcock. En cambio él admiraba cada vez más las propuestas radicales de Antonioni. Otro director italiano le devolvería el cumplido.


Entre una y otra se halla la película número cuarenta y ocho de su filmografía. “Los pájaros” fue definida por Federico Fellini como un poema apocalíptico. El rodaje lo fue sin duda. Tres años de preproducción, más de cuatrocientos planos montados y la sociedad de prevención de crueldad con animales pisándole los talones. Pero el resultado mereció la pena.


La estructura de la historia es anticonvencional. Se compone de estrofas punteadas por los ataques de los pájaros. Y la lectura de imágenes nos conduce a un final que rehuye el clímax y nos deja con el corazón en un puño.
Los actores conocieron el significado de la palabra exasperante cuando se colocaron frente a la cámara. Los amaestradores les lanzaban oleadas de cuervos y gaviotas.


Rod Taylor, el descarado Mitch Brenner en la película, todavía recuerda a Buddy, un grajo que la tenía tomada con él. Si los dos compartían escena, el picotazo estaba asegurado.


Pero fue 'Tippi' Hedren la que se llevó la peor parte. Interpreta a Melanie Daniels, una pija de San Francisco con demasiado tiempo libre.


Irrumpe como un tornado en Bahía Bodega, un pueblo habitado entre otros por una ex amante celosa y una madre posesiva. Las tres luchan como leonas por el amor de Mitch Brenner. Y es que “Los pájaros” no es una película de terror al uso. Su discurso gira en torno al miedo a la soledad. Y sola es como Melanie se enfrenta al último paso de su via crucis particular. Pocas veces se ha mimetizado tanto una actriz con su personaje.


Durante una semana, 'Tippi' Hedren fue literalmente acorralada por decenas de pájaros. Algunos estaban sujetos con alambres al traje chaqueta que luce durante todo el metraje. Uno decidió saltar del hombro a su cara. El pico la rozó a unos milímetros del ojo. 'Tippi' entró en estado de shock y se negó a continuar. El equipo al completo la dejó sola en el plató. Horas más tarde fue ingresada con un agudo episodio de ansiedad.


Actualmente no guarda sombra de rencor por lo acontecido. Es amante de los animales y no está sola. Su nieta Stella del Carmen es la niña de sus ojos.

domingo, 4 de mayo de 2008

Free Love


En tiempos de compra y venta, de crisis macroeconómicas y de encarecimiento del arroz, el amor es libre.



Se cumplen cuarenta años de aquel mayo y doscientos de la guerra de la independencia. Algo bueno nos dejaron los gabachos. Viva el Amour Fou.

lunes, 21 de abril de 2008

Dangerous Liaisons


Liaison significa enlace, vínculo, relación. Se produce entre letras o personas y figura en diccionarios de francés e inglés. Nos hallamos ante un concepto que manejan millones de personas a diario.


1870. Suenan cuatro golpes de nudillos. La joven se mira al espejo y echa un vistazo a la habitación. Abre la puerta y ve a su amante quitándose las botas. Una vuela al interior. Ella deja caer su pañuelo. Prefiere las manos libres para bajarle los tirantes. Pero todavía no roza su piel. Debajo de la camisa surge otra nueva. Ella le mira entre incrédula y divertida. Él se atusa el cabello, más corto que antes. Su look ha saltado unas décadas en el tiempo.


Se desvisten el uno al otro. La mesilla de noche parece el lugar idóneo para los preámbulos. Estamos en los años del flower power. Allen Ginsberg todavía piensa en alterar la conciencia humana.


Años ochenta. Ella toma las riendas. Salta sobre él y sugiere una cabalgada. “Let me see you stripped down to the bone”. Así cantaba Dave Gahan en Depeche Mode.


El clímax, que no el orgasmo, llega en 2007. Los amantes sonríen aliviados. No quedan prendas por quitar. La desnudez nunca fue tan estimada.


Hemos recorrido más de un siglo en minuto y medio. Esta era la última campaña de los jeans más famosos del mundo. Y “Dangerous Liaisons” el inspirado título escogido.


Los actores franceses Raphaël Personnaz y Léa Seydoux hicieron frente al coitus interruptus con derroche de atractivo. Esta pequeña joya fue dirigida por Ringan Ledwidge, que recientemente ha dado el salto al mundo del largometraje. Y merece una mención especial el “Strange Love” que suena de fondo en la voz de la artista Little Annie.

Sabíamos que la publicidad era arte. Ahora confirmamos que las feromonas no pasan de moda.