Liaison significa enlace, vínculo, relación. Se produce entre letras o personas y figura en diccionarios de francés e inglés. Nos hallamos ante un concepto que manejan millones de personas a diario.
1870. Suenan cuatro golpes de nudillos. La joven se mira al espejo y echa un vistazo a la habitación. Abre la puerta y ve a su amante quitándose las botas. Una vuela al interior. Ella deja caer su pañuelo. Prefiere las manos libres para bajarle los tirantes. Pero todavía no roza su piel. Debajo de la camisa surge otra nueva. Ella le mira entre incrédula y divertida. Él se atusa el cabello, más corto que antes. Su look ha saltado unas décadas en el tiempo.
Se desvisten el uno al otro. La mesilla de noche parece el lugar idóneo para los preámbulos. Estamos en los años del flower power. Allen Ginsberg todavía piensa en alterar la conciencia humana.
Años ochenta. Ella toma las riendas. Salta sobre él y sugiere una cabalgada. “Let me see you stripped down to the bone”. Así cantaba Dave Gahan en Depeche Mode.
El clímax, que no el orgasmo, llega en 2007. Los amantes sonríen aliviados. No quedan prendas por quitar. La desnudez nunca fue tan estimada.
Hemos recorrido más de un siglo en minuto y medio. Esta era la última campaña de los jeans más famosos del mundo. Y “Dangerous Liaisons” el inspirado título escogido.
Los actores franceses Raphaël Personnaz y Léa Seydoux hicieron frente al coitus interruptus con derroche de atractivo. Esta pequeña joya fue dirigida por Ringan Ledwidge, que recientemente ha dado el salto al mundo del largometraje. Y merece una mención especial el “Strange Love” que suena de fondo en la voz de la artista Little Annie.