martes, 20 de mayo de 2008

Pasión


La referencia cinéfila ya estaba presente en el Pop Art. Las serigrafías que Warhol le dedicó a Marilyn Monroe dan fe de ello.


Pedro Almodóvar conoció al artista estadounidense en plena efervescencia de La Movida. Poco ha trascendido de aquel encuentro pero la influencia de Warhol puede rastrearse en los fotogramas de “Tacones Lejanos”. Marisa Paredes aparece retratada en un cuadro como la Monroe. Su Becky del Páramo no merecía menos.


Antes de los créditos finales de “Todo sobre mi madre”, esa oda a las mujeres que actúan y a las actrices que ante todo son mujeres, Almodóvar homenajea a cara descubierta a Bette Davis, Romy Schneider y Gena Rowlands.
Truffaut amaba al cine más que a la vida. Almodóvar no llega a tanto. Sus películas destilan la pasión de un director que se nutre de sus propias experiencias vitales.


Por “La mala educación” desfila una galería de personajes masculinos que podría ser el reverso oscuro de aquellas “Mujeres al borde de un ataque de nervios”. Nada es gratuito. Almodóvar tardó diez años en convertir un relato adolescente en el guión de acero que hoy leemos. Ni siquiera el desfasado Javier Cámara chirría en el drama que atormenta a los sólidos personajes.


Concisos saltos en el tiempo nos trasladan a un colegio donde las sotanas han perdido cualquier atisbo de celibato. El amor entre dos impúberes planta cara a la religiosidad enfermiza pero la película no admite concesiones. Están condenados. Tan sólo el recuerdo de Sara Montiel, "Desayuno con diamantes" o el estribillo de Cuore Matto son capaces de dulcificar el camino a la madurez.


Almodóvar realiza una nueva pirueta. Estamos en los años setenta. La sociedad valora más la libertad de un transexual drogadicto que la hipocresía de un cura caduco. Gael García Bernal borda su transformación en Zahara. Otro hallazgo: El atractivo masculino puede mutar en picardía femenina.


Los años ochenta son coloreados con pequeñas pinceladas. Atuendos del SEPU conviven con crestas y rockabillies. El cine underground pasa por sus horas grandes. De nuevo Warhol.


Y antes de concluir, Almodóvar homenajea a “Double Indemnity”. Barbara Stanwyck y Fred MacMurray en el supermercado son sustituidos por Gael García Bernal y Lluis Homar en el museo de gigantes y cabezudos. Ambas parejas planean un crimen.


Bienvenidos al Film Noir en clave almodovariana. La palabra PASIÓN precede a los títulos de crédito. Lo mismo da que sea por el cine o por la vida.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola T. R: Devlin,

Me alegra mucho leer tu artículo sobre esta película tan mal comprendida. Leyéndote me parece que, como yo, te quedas con los relatos de los 70 y los 80 más que con los años del colegio.

Almodovar, a pesar de tomar prestada su premisa de cierta secuencia de El año de las 13 lunas, (algo que nunca reconocerá), logra algunos momentos "verdaderos", valga por todos ellos esa escena en la que El Señor Berenguer escucha las amenazas del travesti que antes era Ignacio mientras su antención está puesta en el sonido de orina deslizándose por el bater, la de Juan...

Es extraño, cuando vi La mala educación en el cine encontré sorprendentes analogías con una obra en la que trabajaba por entonces, (y en la que aún trabajo). Con el tiempo no me he podido quitar de la cabeza esta película he incluso he tenido la oportunidad de rodar en la localización que hace de chalet-productora de Enrique Goded. Hace una semana compré la estupenda edición en dvd "de coleccionistas" con la intención de ahondar más en la película. La visión continuada junto a los comentarios de Almodovar y los extras han ayudado y me ayudan a seguir mejorando mi obra, (¡Esa dichosa estructura!).

También me ayudan todos tus comentarios y análisis, que son validísimos.

Un saludo y gracias por los estupendos artículos, (TODOS) de este blog.
Lord Alfred

T.R.Devlin dijo...

Hola Lord Alfred.

Considero a "La mala educación" como la obra más compleja de Almodóvar, aunque bien es cierto que no mucha gente comparte esta opinión. Me alegro de que también seas adepto de esta película. Creo que sólo el tiempo la situará en el lugar que merece.

Son muchas las cualidades que encontré la primera vez que la vi, y al igual que tú, he vuelto a asomarme con frecuencia a sus imágenes. La edición de coleccionista es casi definitiva. La completé con la lectura del guión, que me sigue pareciendo un milagro de concisión a la hora de contar una historia tan imbricada.

Me apunto la sugerencia de la película de Fassbinder, que no he tenido oportunidad de ver.

Saludos y gracias.

Tomás dijo...

Menudo torrente de recuerdos metafilmicos tu blog.

Tomás